Pages

2013-06-18

De un reloj se oía...



De un reloj se oía
compasado el péndulo
y de algunos cirios
el chisporroteo.
Tan medroso y triste,
tan oscuro y yerto
todo se encontraba
que pensé un momento:
“¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!”
Gustavo Adolfo Bécquer

No hay comentarios:

Publicar un comentario