Ven, mi amor, en la tarde del Aniene
y siéntate conmigo a ver el viento.
Aunque no estés, mi solo pensamiento
es ver contigo el viento que va y viene.
Tú no te vas," porque mi amor te tiene.
Yo no me iré, pues junto a ti me siento
más vida de tu sangre, más tu aliento,
más luz del corazón que me sostiene.
Tú no te irás, mi amor, aunque lo quieras.
Tú no te irás, mi amor, y si te fueras,
aun yéndote, mi amor, jamás te irías.
Es tuya mi canción, en ella estoy.
Y en ese viento que va y viene voy.
Y en ese viento siempre me verías.
— Rafael Alberti. Ven, mi amor, en la tarde del Aniene. Amor en vilo.
y siéntate conmigo a ver el viento.
Aunque no estés, mi solo pensamiento
es ver contigo el viento que va y viene.
Tú no te vas," porque mi amor te tiene.
Yo no me iré, pues junto a ti me siento
más vida de tu sangre, más tu aliento,
más luz del corazón que me sostiene.
Tú no te irás, mi amor, aunque lo quieras.
Tú no te irás, mi amor, y si te fueras,
aun yéndote, mi amor, jamás te irías.
Es tuya mi canción, en ella estoy.
Y en ese viento que va y viene voy.
Y en ese viento siempre me verías.
— Rafael Alberti. Ven, mi amor, en la tarde del Aniene. Amor en vilo.
0 comentarios:
Publicar un comentario