El encierro es brutal
sin embargo aquí
me acoge la comodidad
de un pan y un lecho.
No tengo nada
de que quejarme
y aunque hubiera
tampoco lo haría.
Sí no me quejo de tener
un Dios terrible en las entrañas
¿por qué me dolería
de mi encierro?
RAÚL GÓMEZ JATTIN, ESPLENDOR DE LA MARIPOSA, 1993
sin embargo aquí
me acoge la comodidad
de un pan y un lecho.
No tengo nada
de que quejarme
y aunque hubiera
tampoco lo haría.
Sí no me quejo de tener
un Dios terrible en las entrañas
¿por qué me dolería
de mi encierro?
RAÚL GÓMEZ JATTIN, ESPLENDOR DE LA MARIPOSA, 1993
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