2020-06-30 0 comentarios

las palabras me aman...

las palabras me aman.
me han elegido,
me han separado de la
manada. 
lloro como Li Po
rió como Artaud
escribo como Chinaski.
— Charles Bukowski, notations, The Flash of Lightning Behind the Mountain


2020-06-29 0 comentarios

Casa vacia

Todos los dias me deshago de la hierba
que crece dentro de la casa
pero crece de nuevo,
rompe la casa y la dehoja.
A la casa entran todo tipo de cosas
que se hunden en la hieba. 
Mi cuerpo es esta casa vacía
a la que también yo entro
pero que no me habita.
—Andrea Cote Botero

2020-06-28 0 comentarios

Cintura

 Bajo la tersa cúpula
de tu carne hecha capullo, se erige tu hermosa curva de fuego
que hace cenizas
la dulzura precoz de tu camisa.
Yo que soy imperfecta recta del silencio
amo la curva sin par
que rompe el doble techo que me abriga,
sueño el niño
que acaricia lentamente
el fresco instante de tu cintura.
Y fuera osado buceador de pequeños mares
Si me dejaras penetrar el tibio musgo
que crece vertiginoso en el ángulo angelical
que sostiene tu inmaculada niñez
cuando me miras.
—Víctor Raúl Rojas Peña


2020-06-27 0 comentarios

las palabras perdidas

 “Esta ciudad nació de la sal del puerto y allí creció caliente, deschavada, el sexo abierto al mar el clítoris guiando a los marinos como un faro de luz en la bahía.
Y dentro el Barrio Chino, Tropicana, Floridita, Alí Bar, Los Aires Libres, orquestas de mujeres musicando un chachachá bailado por marcianos.
Hablaba, bozalona, en una turbia mezcla de yoruba y castilla, de calé y catalán, de bable y congo, y todo ese patois, ese creole, ese rico esperanto entreverado
de algarabías moras, chácharas cantonesas, jerosolimitanas jergas de judíos, bárbaro spanglish de bares y bayuses.
Atarantada, confundía libaneses con turcos, asturianos y vascos con gallegos, israelitas de Ucrania con polacos, y todos juntos y a la vez gritando en mesas de manteles de mal gusto cubiertos con tamales amarillos, grises cangrejos, rojos camarones, blanquísimos arroces machihembrados públicamente con frijoles negros,
plátanos como vergas y de postre una papaya abierta como un reto, un gran habano y un buche de café, infusión preferida de Satán, negra y humeante.
Experta en contrabandos se vestía con brandys, sedas chinas, o bien andaba en rones o en harapos y rezaba el domingo de mañana en iglesias de un gótico mendaz, falso románico, columnatas barrocas sosteniendo el tramposo art nouveau de las mansiones. Acomplejada, impúdica, ridícula, disfrutaba de un oscuro placer impersonando a putas más famosas: en su bahía un Cristo gris, contaminado por los lentos vapores de la fiesta. Allá, en el vientre, un Prado de juguete, un vacuo Capitolio y rascacielos que no tocaron nunca el culo de las nubes. Pavorreal del trópico extasiado en los vitrales y ocelos de su cola reflejada en el mar,
graznaba a prima su profundo dolor radioescuchando novelones, serpientes de la desesperanza inventada por ella que recorrían el mundo proclamando la maldad insaciable de los hombres.
Luego, en las noches, sacaba los colmillos de vampira para elevar un himno a las trucidaciones con letra y música de La Guantanamera. Y ya en las madrugadas
se jugaba a la suerte hasta las nalgas que solía perder con gran contento. Se entregaba a gozar y a raros ritos y amanecía bailando, la cabrona, boleros, mambos, rumbas, en bembés, cocktail parties y saraos, saturnales del diablo, su ángel más venerado. Nada la conmovía, ni siquiera la sangre que sus hijos ofrendaron
asaltando el Palacio del Tirano.
Siguió carnavaleando, se diría que nadie hubiera podido enamorarla, apagarle la música y dejarla como una esposa fiel, tan tranquilita. Poco después bajaron los guerreros recitando ¿qué décimas, qué epitalamios, silvas, madrigales, para hacerla olvidar siglos de rumba? ¿Con qué wemba lograron hechizarla?
Se enamoró de la virtud como una puta. Pidió perdón hincada de rodillas para expiar sus múltiples pecados.
Sacrificó sus congas, sus mentiras, sus jabones de olor, sus fruslerías, sus lujurias, pasiones, arrebatos. Comió en mesa frugal un par de huevos. Gritó pura y feliz hasta quedarse ronca. Hizo una cola larga, interminable, y sólo a su pesar, algunas veces, metida con un santo o con un macho sufrió las delirantes nostalgias del bembé. No bastó aquella entrega. Los hijos de la puta, nosotros, sus bastardos, la negamos tres veces. Ya no tuvo pinturita de uñas, ni siquiera un buchito de alcohol de reverbero que llevarse a la boca en sus delirios. Y si gritó de sed, no la escuchamos. Andábamos clamando por el mundo como una llamarada de pureza.
Casi murió de lepra, las legañas nos la dejaron ciega, el gran silencio le produjo sordera, el desamor le descarnó los labios, la demencia le arrancó los cabellos, la tristeza le fue secando el sexo. Una mañana la fealdad la asesinó del todo.
Queda tan solo un triste simulacro: este fantasma de una vieja puta o de una virgen tuerta y sin altar, estos, Fabios, ¡ay dolor!, que ves agora, campos de soledad, mustio collado, pasto para turistas que recorren las ruinas murmurando: “Dice que fue candela, que encendía el rumbón con la cintura, que alguna vez, la pobre, estuvo viva”.
          —Jesús Díaz "las palabras perdidas"


2020-06-26 0 comentarios

Padre nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo
lleno de toda clase de problemas
con el ceño fruncido
como si fueras un hombre vulgar y corriente
no pienses más en nosotros.
Comprendemos que sufres
porque no puedes arreglar las cosas.
Sabemos que el demonio no te deja tranquilo
desconstruyendo lo que tu construyes.
Él se rie de ti
pero nosotros lloramos contigo:
no te preocupes de sus risas diabólicas.
Padre nuestro que estás donde  estás
rodeado de ángeles desleales
sinceramente no sufras más por nosotros
tienes que darte cuenta
de que los dioses no son infalibles
y que nosotros perdonamos todo.
#NicanorParra
#Poemasparacombatirlacalvicie
#LaCamisadefuerza
https://eleternoretornodeldeseo.tumblr.com/


2020-06-25 0 comentarios

El miedo seca la boca...

El miedo seca la boca, moja las manos y mutila. El miedo de saber nos condena a la ignorancia; el miedo de hacer nos reduce a la impotencia. La dictadura militar, miedo de escuchar, miedo de decir, nos convirtió en sordomudos. Ahora la democracia, que tiene miedo de recordar, nos enferma de amnesia; pero no se necesita ser Sigmund Freud para saber que no hay alfombra que pueda ocultar la basura de la memoria.
—Eduardo Galeano 


2020-06-24 0 comentarios

Los llamares

La luna llama a la mar y la mar llama al humilde chorrito de agua, que en busca de la mar corre y corre desde donde sea, por muy lejos que sea, y corriendo crece y arremete y no hay montaña que le pare la pechada.
 El sol llama a la parra, que queriendo sol se estira y sube. El primer aire de la mañana llama a los olores de la ciudad que despierta, aroma del pan recién dorado, aroma del café recién molido, y los aromas al aire entran y del aire se apoderan. La noche llama a las flores del camalote, y a medianoche en punto estallan en el río esos blancos fulgores que abren la negrura y se meten en ella y la rompen y se la comen. 
—Eduardo Galeano La desmemoria


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Los llamares

 La luna llama a la mar y la mar llama al humilde chorrito de agua, que en busca de la mar corre y corre desde donde sea, por muy lejos que sea, y corriendo crece y arremete y no hay montaña que le pare la pechada.
 El sol llama a la parra, que queriendo sol se estira y sube. El primer aire de la mañana llama a los olores de la ciudad que despierta, aroma del pan recién dorado, aroma del café recién molido, y los aromas al aire entran y del aire se apoderan. La noche llama a las flores del camalote, y a medianoche en punto estallan en el río esos blancos fulgores que abren la negrura y se meten en ella y la rompen y se la comen. 
—Eduardo Galeano, La desmemoria


2020-06-23 0 comentarios

El río del Olvido


La primera vez que fui a Galicia, mis amigos me llevaron al río del Olvido. Mis amigos me dijeron que los legionarios romanos, en los antiguos tiempos imperiales, habían querido invadir estas tierras, pero de aquí no habían pasado: paralizados por el pánico, se habían detenido a la orilla de este río. Y no lo habían atravesado nunca, porque quien cruza el río del Olvido llega a la otra orilla sin saber quién es ni de dónde viene. Yo estaba empezando mi exilio en España, y pensé: si bastan las aguas de un río para borrar la memoria, ¿qué pasará conmigo, resto de naufragio, que atravesé toda una mar? Pero yo había estado recorriendo los pueblecitos de Pontevedra y Orense, y había descubierto tabernas y cafés que se llamaban Uruguay o Venezuela o Mi Buenos Aires Querido y cantinas que ofrecían parrilladas o arepas, y por todas partes había banderines de Peñarol y Nacional y Boca Juniors, y todo eso era de los gallegos que habían regresado de América y sentían, ahora, la nostalgia al revés. Ellos se habían marchado de sus aldeas, exiliados como yo, aunque los hubiera corrido la economía y no la policía, y al cabo de muchos años estaban de vuelta en su tierra de origen, y nunca habían olvidado nada. Ni al irse, ni al estar, ni al volver: nunca habían olvidado nada. Y ahora tenían dos memorias y tenían dos patrias. 

 —Eduardo Galeano

2020-06-22 0 comentarios

Las tradiciones futuras

Hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran y se reconocen y se abrazan, y ese lugar es mañana. Suenan muy futuras ciertas voces del pasado americano muy pasado. Las antiguas voces, pongamos por caso, que todavía nos dicen que somos hijos de la tierra, y que la madre no se vende ni se alquila. Mientras llueven pájaros muertos sobre la ciudad de México, y se convierten los ríos en cloacas, los mares en basureros y las selvas en desiertos, esas voces porfiadamente vivas nos anuncian otro mundo que no es este mundo envenenador del agua, el suelo, el aire y el alma. También nos anuncian otro mundo posible las voces antiguas que nos hablan de comunidad. La comunidad, el modo comunitario de producción y de vida, es la más remota tradición de las Américas, la más americana de todas: pertenece a los primeros tiempos y a las primeras gentes, pero también pertenece a los tiempos que vienen y presiente un nuevo Nuevo Mundo. Porque nada hay menos foráneo que el socialismo en estas tierras nuestras. Foráneo es, en cambio, el capitalismo: como la viruela, como la gripe, vino de afuera. 
—Eduardo Galeano


2020-06-21 0 comentarios

Día de la luz

Ocurrió en África, en Ifé, ciudad sagrada del reino de los yorubas, quizás un día como hoy, o quién sabe cuando. Un viejo, ya muy enfermo, reunió a sus tres hijos y les anunció: 
—Mis cosas más queridas serán de quién pueda llenar completamente esta sala. Y esperó afuera, sentado, mientras caía la noche. 
Uno de los hijos trajo toda la paja que pudo reunir, pero la sala quedó llena hasta la mitad. Otro trajo toda la arena que pudo juntar, pero la mitad de la sala quedó vacía. El tercer hijo encendió una vela. Y la sala se llenó. 
—Eduardo Galeano


2020-06-20 0 comentarios

El inventor de las guerras preventivas

En 1939, Hitler invadió Polonia porque Polonia iba a invadir Alemania. Mientras un millón y medio de soldados alemanes se derramaban sobre el mapa polaco, y una lluvia de bombas caía desde los aviones, Hitler exponía su doctrina de las guerras preventivas: más vale prevenir que curar, yo mato antes de que me maten. Hitler hizo escuela. Desde entonces, todas las guerras digestivas, países que comen países, dicen ser guerras preventivas. 
—Eduardo Galeano


2020-06-19 0 comentarios

Acta de independencia

Independientemente
de los designios de la iglesia católica
me declaro país independiente.
A lo cuarenta y nueve año de edad
un ciudadano tiene perfecto derecho
a rebelarse contra la iglesia católica.
Que me trague la tierra si miento
La verdad que me siento feliz
a la sombra de estos aromos en flor
hechos a la medida de mi cuerpo.
Extraordinariamente feliz
a la luz de estas mariposas fosforescentes
que parecen cortadas con las tijeras
hechas a medida de mi alma.
Que me perdone el comité central.
En Santiago de Chile
a veintinueve de noviembre
del año mil novecientos sesenta y tres:
plenamente consciente de mis actos.
#NicanorParra
#Poemasparacombatirlacalvicie
#LaCamisadefuerza
https://eleternoretornodeldeseo.tumblr.com/ 


2020-06-18 0 comentarios

La mano de obra celestial

En la sierra ecuatoriana, se alza la iglesia de Licto. Esta fortaleza de la fe fue reconstruida, con piedras gigantescas, mientras nacía el siglo veinte. Como ya no había esclavitud, o eso decía la ley, indios libres cumplieron la tarea: cargaron las piedras a sus espaldas, desde una cantera lejana, a varias leguas de allí, y unos cuantos dejaron la vida en el camino de quebradas profundas y senderos angostos. Los curas cotizaban en piedras la salvación de los pecadores. Cada bautismo se pagaba con veinte bloques y veinticinco costaba una boda. Quince piedras era el precio de un entierro. Si la familia no las entregaba, el difunto no entraba al cementerio: se lo enterraba en tierra mala, y de ahí marchaba derechito al Infierno. 
—Eduardo Galeano


2020-06-17 0 comentarios

Nochebuena

Fernando Silva dirige el hospital de niños, en Managua. En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar. Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo quedaba en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón: se volvió y descubrió que uno de los emfermitos le andaba atrás. En la penumbra, lo reconoció. Era un niño que estaba solo. Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedían permiso. Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:
—Decile a… -susurró el niño-. Decile a alguien, que yo estoy aquí. 
—Eduardo Galeano


2020-06-16 0 comentarios

Los amantes

Ellos son dos por error que la noche corrige. 

—Eduardo Galeano 

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2020-06-15 0 comentarios

La noche 2

Me desprendo del brazo, salgo a la calle. En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna. La luna tiene dos noches de edad. Yo, una. 
—Eduardo Galeano


2020-06-14 0 comentarios

El puñal

En un cajón hay un puñal. Fue forjado en Toledo, a fines del siglo pasado; Luis Melián Lafinur se lo dio a mi padre, que lo trajo del Uruguay; Evaristo Carriego lo tuvo alguna vez en la mano. Quienes lo ven tienen que jugar un rato con él; se advierte que hace mucho que lo buscaban; la mano se apresura a apretar la empuñadura que la espera; la hoja obediente y poderosa juega con precisión en la vaina. Otra cosa quiere el puñal. Es más que una estructura hecha de metales; los hombres lo pensaron y lo formaron para un fin muy preciso; es, de algún modo eterno, el puñal que anoche mató un hombre en Tacuarembó y los puñales que mataron a César. Quiere matar, quiere derramar brusca sangre. En un cajón del escritorio, entre borradores y cartas, interminablemente sueña el puñal con su sencillo sueño de tigre, y la mano se anima cuando lo rige porque el metal se anima, el metal que presiente en cada contacto al homicida para quien lo crearon los hombres. A veces me da lástima. Tanta dureza, tanta fe, tan apacible o inocente soberbia, y los años pasan, inútiles. 
—Jorge Luis Borges


2020-06-13 0 comentarios

Del rigor en la Ciencia …

En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del Imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, esos mapas desmesurados no satisficieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él. Manos Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las Inclemencias del Sol y de los Inviernos. En los desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y por Mendigos: en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas. 
Suárez Miranda, Viajes de varones prudentes, libro cuarto, cap. XLV, Lérida, 1658. 
—Jorge Luis Borges


2020-06-12 0 comentarios

Último Brindis

Lo queramos o no
sólo tenemos tres alternativas
el ayer, el presente y el mañana
y ni siquiera tres
porque como dice el filosofo
el ayer es ayer
nos pertenece solo el recuerdo:
a la rosa que ya se deshojó
no se le puede sacar otro pétalo.
Las cartas por jugar
son solamente dos:
el presente y el día de mañana.
Y ni siquiera dos
porque es un hecho bien establecido
que el presente no existe
sino en la medida en que se hace pasado
y  ya pasó ...
 como la juventud.
En resumidas cuentas
sólo nos va quedando el mañana:
yo levanto mi copa
por ese día que no llega nunca
pero que es lo único
de lo que realmente disponemos.
#NicanorParra
#Poemasparacombatirlacalvicie
#Versosdesalon
https://eleternoretornodeldeseo.tumblr.com/


2020-06-11 0 comentarios

Posesión del ayer

Sé que he perdido tantas cosas que no podría contarlas y que esas perdiciones, ahora, son lo que es mío. Sé que he perdido el amarillo y el negro y pienso en esos imposibles colores como no piensan los que ven. Mi padre ha muerto y está siempre a mi lado. Cuando quiero escandir versos de Swinburne, lo hago, me dicen, con su voz. Sólo el que ha muerto es nuestro, sólo es nuestro lo que perdimos. Ilión fue, pero Ilión perdura en el hexámetro que la plañe. Israel fue cuando era una antigua nostalgia. Todo poema, con el tiempo, es una elegía. Nuestras son las mujeres que nos dejaron, ya no sujetos a la víspera, que es zozobra, y a las alarmas y terrores de la esperanza. No hay otros paraísos que los paraísos perdidos. 
—Jorge Luis Borges

2020-06-10 0 comentarios

Odín

Se refiere que a la corte de Olaf Tryggvason, que se había convertido a la nueva fe, llegó una noche un hombre viejo, envuelto en una capa oscura y con el ala del sombrero sobre los ojos. El rey le preguntó si sabía hacer algo, el forastero contestó que sabía tocar el arpa y contar cuentos. Tocó en el arpa aires antiguos, habló de Gudrun y de Gunnar y, finalmente, refirió el nacimiento de Odín. Dijo que tres parcas vinieron, que las dos primeras le prometieron grandes felicidades y que la tercera dijo, colérica: -El niño no vivirá más que la vela que está ardiendo a su lado. Entonces los padres apagaron la vela para que Odín no muriera. Olaf Tryggvason descreyó de la historia, el forastero repitió que era cierto, sacó la vela y la encendió. Mientras la miraban arder, el hombre dijo que era tarde y que tenía que irse. Cuando la vela se hubo consumido, lo buscaron. A unos pasos de la casa del rey, Odín había muerto. 
—Jorge Luis Borges


2020-06-09 0 comentarios

Un sueño

En un desierto lugar del Irán hay una no muy alta torre de piedra, sin puerta ni ventana. En la única habitación (cuyo piso es de tierra y que tiene la forma de círculo) hay una mesa de maderas y un banco. En esa celda circular, un hombre que se parece a mi escribe en caracteres que no comprendo un largo poema sobre un hombre que en otra celda circular escribe un poema sobre un hombre que en otra celda circular…El proceso no tiene fin y nadie podrá leer lo que los prisioneros escriben.
—Jorge Luis Borges


2020-06-08 0 comentarios

¿Deseáis descubrir el mundo?

 "¿Deseáis descubrir el mundo? la industria del turismo se hace cargo de vosotros y os permite verificar que se parece a las fotografías de los folletos publicitarios ¿Acaso es la belleza que os tienta? Utilizad cremas y píldoras, recurrid a los masajes, a la cirugía estética, id a la cura de talasoterapia, envuelvelo todo en una indumentaria atrayente, tal es el precio de la belleza. Elevada eso ni que decir tiene. Sí os gustan las bellezas históricas, no os toméis la molestia de leer, mirad la televisión , id al cine; sí la gastronomía os tienta, no aprendáis de cocina: pagaros buenos restaurantes. Sí queréis emociones fuertes daros una vuelta por eurodisney; sí os fascinan las cuestiones metafísicas, acudid a consultar un mago y si pese a todas esas diversiones os hundís en la depresión, tomaría un Prozac o un Lexomil, pero por sobre todo no emprendáis nada por vosotros mismos no vayáis a esforzaros, a desgastarnos, a fatigados, a sometería a una disciplina que os obligue. Pagas, eso es lo que tenéis que hacer" 
—Francois de Closets


2020-06-07 0 comentarios

Albert Camus

En la esquina hay un barecito, donde una sinfonola anula todas las conversaciones. Para tener cinco minutos de silencio hay que echarle cinco centavos. Albert Camus Decidido a escribir su mejor relato erótico, comenzó apasionadamente con los preliminares. Su ansiedad le jugó en contra, no lo pudo acabar.

 —Silvia Malatesta 


2020-06-06 0 comentarios

Argumentum Ornithologicum

Cierro los ojos y veo una bandada de pájaros. La visión dura un segundo o acaso menos; no sé cuántos pájaros vi. ¿Era definido o indefinido su número? El problema involucra el de la existencia de Dios. Si Dios existe, el número es definido, porque Dios sabe cuántos pájaros vi. Si Dios no existe, el número es indefinido, porque nadie pudo llevar la cuenta. En tal caso, vi menos de diez pájaros (digamos) y más de uno, pero no vi nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres o dos. Vi un número entre diez y uno, que no es nueve, ocho, siete, seis, cinco, etcétera. Ese número entero es inconcebible; ergo, Dios existe.
— Jorge Luis Borges



2020-06-05 0 comentarios

Me desprendo del brazo...

Me desprendo del brazo, salgo a la calle. En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna. La luna tiene dos noches de edad. Yo, una.
—Eduardo Galeano


2020-06-04 0 comentarios

El paraíso imperfecto

—Es cierto 
—dijo mecánicamente el hombre, sin quitar la vista de las llamas que ardían en la chimenea aquella noche de invierno—; en el Paraíso hay amigos, música, algunos libros; lo único malo de irse al Cielo es que allí el cielo no se ve.
—Augusto Monterroso


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TRES POESÍAS

1
Ya no me queda nada por dcir
todo lo que tenía que decir
ha sido dicho no sé cuántas veces
2
He preguntado no sé cuántas veces
pero nadie contesta mis preguntas.
Es absolutamente necesario
que el abismo responda de una vez
porque ya va quedando poco tiempo.
3
Sólo una cosa es clara:
Que la carne se llena de gusanos.
#NicanorParra
#Versosdesalon
 @AlexMadis


2020-06-03 0 comentarios

El grillo maestro

Allá en tiempos muy remotos, un día de los más calurosos del invierno, el Director de la Escuela entró sorpresivamente al aula en que el Grillo daba a los Grillitos su clase sobre el arte de cantar, precisamente en el momento de la exposición en que les explicaba que la voz del Grillo era la mejor y la más bella entre todas las voces, pues se producía mediante el adecuado frotamiento de las alas contra los costados, en tanto que los pájaros cantaban tan mal porque se empeñaban en hacerlo con la garganta, evidentemente el órgano del cuerpo humano menos indicado para emitir sonidos dulces y armoniosos. Al escuchar aquello, el Director, que era un Grillo muy viejo y muy sabio, asintió varias veces con la cabeza y se retiró, satisfecho de que en la Escuela todo siguiera como en sus tiempos. 
 —Augusto Monterroso


2020-06-02 0 comentarios

LOS OTROS SEIS

Dice la tradición que en un lejano país existió hace algunos años un Búho que a fuerza de meditar y quemarse las pestañas estudiando, pensando, traduciendo, dando conferencias, escribiendo poemas, cuentos, biografías, crónicas de cine, discursos, ensayos literarios y algunas cosas más, llegó a saberlo y a tratarlo prácticamente todo en cualquier género de los conocimientos humanos, en forma tan notoria que sus entusiastas contemporáneos pronto lo declararon uno de los Siete Sabios del País, sin que hasta la fecha se haya podido averiguar quiénes eran los otros seis. 
—Augusto Monterroso

2020-06-01 0 comentarios

Caballo imaginando a Dios

A pesar de lo que digan, la idea de un cielo habitado por Caballos y presidido por un Dios con figura equina repugna al buen gusto y a la lógica más elemental, razonaba los otros días el caballo. Todo el mundo sabe -continuaba en su razonamiento- que si los Caballos fuéramos capaces de imaginar a Dios lo imaginaríamos en forma de Jinete.” 
—Augusto Monterroso

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