Entre el desierto y el exilio
Prefiero la soledad del poema
que subleva otras intemperies,
regiones lluviosas que remueven los escombros del recuerdo.
No dejes recados en los buzones del alba,
No apagues tu dolor entre mi sangre.
Acompaña la soledad del poema
Y regresa como un ángel, ebria de paraíso.Federico Díaz-Granados
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